TESIS EN COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO

EN ESTE BLOG ENCONTRARA TODOS LOS ARTÍCULOS, LINKS E INVESTIGACIONES DE LOS DOCENTES DE LA UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO SECCIONAL CARIBE, PATRICIA RUIZ ACERO, GERARDO FERRO ROJAS Y DAVID CANEVA AKLE. ESTOS DOCUMENTOS CONFORMAN LA TESIS FINAL SOBRE INTERPELACIÓN Y REPRESENTACIÓN JUVENIL A TRAVÉS DEL PROGRAMA BANDERAS EN MARTE DEL CANAL PÚBLICO NACIONAL "SEÑAL COLOMBIA"

7/20/2006

Mente global, turbulencia del ser.

Por: David Caneva Akle

Cabe recordar que el mundo tal y cual lo conocemos hoy es el resultado de miles de actos de conjunción humana.
El Intercambio celular y la evolución del carbono, son en si mismos un ejemplo de la constante dinámica del cosmos. Este contiene a las galaxias que contienen lo sistemas solares, los cuales abarcan a los planetas y sus especies.
Pero es importante recalcar que la tierra como órgano evolutivo, no sólo vive por y para los hombres sino que más bien son los hombres los que le deben la vida a ella, por ser el envase proveedor de los pensamientos, los sueños y las visiones.
No hay duda alguna que estos pensamientos - visiones, son la síntesis de miles de años de información solar que viaja por el cosmos y que en un acto mágico nos convierte en dadores de ideas y actos que hacen del planeta algo vivible o no. Estos actos e ideas han conformado el devenir de lo que podría denominar como el hombre histórico.
Pero este hombre histórico pre atómico, no es más que el rezago de 5200 años de historia perturbada por la tergiversación y globalización del falso tiempo, que se prolonga y estabiliza a través de ciertos mecanismo intangibles que logran cohesionar a una nación entera, y por que no a un continente o el mismo mundo, bajo el criterio de que, existe la modernidad, como factor totalizante y perpetuador de las costumbres que han generado los pensamientos más primarios, que son a su vez los pinitos de los conceptos de la mente científica y su aspecto globalizante.
El nativo tribal de la post era del hielo, tenia el mismo concepto de globalización que tenemos hoy en día si tenemos en cuenta que las migraciones fueron el factor que impulso el intercambio entre culturas disímiles. La caza, el intercambio de herramientas y textiles no sólo son un ejemplo sencillo de modernización, si se tiene en cuenta que tan solo 26.000 años atrás, el hombre era sólo un primate no erguido con una sensación ajena del cosmos y del entorno inmediato.
Si tomamos el ejemplo de las migraciones a través del estrecho de Bering y como estos caminantes atravesaron el planeta difundiendo sus culturas, veremos claramente que desde el principio, la polarización geofísica da inicio a las premisas ideológicas como una constante.

Pero entrando aun más en la problemática mediática y el devenir de la sociedad premoderna, moderna y post moderna, es necesario referirnos a todo lo anteriormente planteado, como que la creación de los caminos y la misma rueda, son factores globalizantes.
Por eso, haciendo un salto temporal desde estos inicios hasta un instante histórico más cercano a nuestra mente, supuestamente moderna, es preciso entender que tanto la economía como el arte son eslabones críticos del desarrollo ulterior de nuestro concepto maquinario de lo que es globalización.

Si tenemos en cuenta por ejemplo, que mientras los refinamientos de la pintura realista holandesa triunfan en Europa como la norma visual de la nueva clase mercantil protestante, las aislacionistas dinastías japónesas, fomentan y promueve su nueva clase mercantil. Desde entonces y como se ve en el texto, El mundo frente a la globalización de Hugo Fazio Vengoa, la situación de este puerto pacifico ha sido permanentemente traída de la mano del intercambio de mercado, ya sean de sales, conchas o chips.
Paralelamente con estas ultimas clases dinásticas japonesas, en Rusia, Pedro El Grande orienta los intereses rusos hacia una mayor concordancia con los de la Europa Occidental que se expande colonialmente. Pedro el Grande es el primero de los Zares que introduce a esa maraña monárquica un tinte de desarrollo tanto en sus bases más disímiles como en su propia ortodoxia religiosa. El acto famoso de las tijeras cortándole las barbas a sus sacerdotes de la iglesia o la creación de las primeras escuelas, hospitales y la armada rusa, revela una serie de hechos que más adelante la harían un potencia mundial frente a la Europa que ya estaba de cabeza en la nueva dinámica racional científica.
Esta Europa, iluminaría su ecuación comunitaria, con uno de los textos cúspide de Isaac Newton, Principia Mathematica, que es publicado en 1687, estableciéndose como dogma el nuevo paradigma científico, las “irregularidades observadas”, que aplican a lo largo de un universo que funciona como un supuesto reloj. Los mejores frutos de este punto de vista mecanicista, descansan en las leyes de movimiento y gravedad.
Estos principios dan origen a la primera máquina de vapor, el motor de toda la era industrial premoderna objeto de nuestro estudio y que tiene bases rígidamente matemáticas, del materialismo científico, que han sido perfeccionadas y enunciadas por muchos autores previamente a los primeros estudios científicos sobre globalización. De alguna forma el globo ha sido colonizado rápidamente bajo un patrón standard de tiempo, medida y necesidad material adquisitiva, que junto con la fundición del hierro, como ejemplo, y otros nuevos oficios preparan así el camino para la industrialización pesada.

Este hecho, acoplado a los poderes militares y navales, globales de Inglaterra, asegura que la industrialización sea la base para el desarrollo de una civilización expansionista, que atiende a un desarrollo, urbanístico con un aumento en el número de la población rural y tradicional que se desprende de sus raíces, para establecerse en las de barriadas industriales de las grandes ciudades.
En las colonias inglesas de Norteamérica, los juicios de Salem contra las brujas, es el contrapunto protestante a la Inquisición española pues ambos refuerzan el tipo mental conquistador/puritano/racionalista, del nuevo mundo científicamente materialista.

En la arena política y económica, las nuevas tecnologías y la perspectiva mundial exigen sistemas de gobierno que sean proporcionales a ellas. En este punto nace el pensamiento económico capitalista del “laissez faire”, como también la democracia industrial, con sus estructuras socio-políticas sin precedentes que reemplazan las monarquías agrarias.
Mientras tanto, artistas como William Blake en Inglaterra, y los artistas japoneses de las planchas de madera en Tokio, empiezan a encontrar nuevas formas de expresión para articular las dimensiones milagrosas y psíquicas del nuevo orden seglar. En Alemania compositores como Beethoven y escritores como Goethe y Novalis, anuncian la aurora del Romanticismo como la expresión artística de la era Industrial.
En el Japón, que está cultivando su propia sociedad mercantil y seglar, hay una tendencia globalizante que se refleja en las obras de artistas como Hiroshige y Hokusai, donde se plasma gráficamente la idea del agua como elemento de transporte asi como catalizador de la abertura económica hacia Occidente, mientras que la restauración Meiji, asegura que el Japón busque un medio de industrialización rápida.
Por esta época, la revolución industrial es un hecho consumado y la investigación científica en el campo de la electricidad continúa aprisa y el materialismo avanzado, ejemplifica tanto la expansión del imperialismo europeo, como la aplicación de la doctrina estadounidense del Destino Manifiesto.
El surgimiento y la expansión del imperialismo ruso como hemos visto en graficas y cuadros de nuestra cátedra es complementado en Norteamérica por la Guerra Civil Estadounidense, que es la palanca para abrir toda América a la industrialización.

Uno de los punto álgidos de esta investigación sobre las diferencias entre las sociedades europeas, rusa y asiáticas nos revela que la Europa de la maquina de vapor genera una chispa cósmica que anunciaría la dinamización de el intercambio que avanza hasta nuestro días, y es la terminación del sistema europeo de rieles que hoy en día son el terreno donde se ha elaborado ese voraz caldo de razas y culturas provocadoras del flujo ínterciudadano y portuario.
En el libro “La ciudad y los Viajeros” de Néstor García Canclini junto con otros dos autores se plantea la constante aceleración de las masas en puntos de comercio cada vez más pequeños contrapuntando la proliferación de flujos de vivienda y de aumento demográfico por y para las ciudades, puntos neurálgicos de la sensación postmoderna y que si se mira en aspectos artísticos – tácitos, es un elemento disociativo de la misma globalización entendida como aglutinante de las costumbres planetarias y no tanto locales.
Pero esta tesis al plantear el flujo intraurbano como práctica diaria, limita con los criterios postmodernos mas evolucionados donde el sedentarismo, fruto del triunfo tecnológico, es la constante. Calzoncillos de la China, teclados de Singapur, collares del Ecuador, coca de Colombia, armas de Estados Unidos, videojuegos canadienses, futbolistas del Brasil, fotógrafos del Argentina, surfistas y modelos de Australia, millonarios de la Rusia, monjes de la India, terroristas egipcios, israelitas o europeos contra la necesidad de salir y reconocer el mundo que aún se plasma en los bosques y ríos de la geografía mundial, contra necesidades inminentes de contrarrestar la obesidad como problema de salud pública.
Esta incógnita replantea si este hombre postmoderno, fanáticamente religioso y portador de las ideas de cambio que se suponen deben llevar a la sociedad entera a un refinamiento estético masificado son la síntesis de las miles de síntesis y tesis elucubradas ad honorem, por las grandes corporaciones e industrias del entretenimiento
Un cuadro comparativo cósmico establece que los seres humanos podemos saber desde metalurgia hasta construcción de naves, lingüística o física, ser operarios de maquinas o gerentes trasnacionalistas, pero, y qué tal si sólo somos chamanes o taitas de nuestro propios pensamientos, enfocados hacia el desarrollo mas inmediato de los verdaderos paradigmas del tiempo.
¿Acaso la Rusia post muro de Berlín o la misma Alemania Occidental no han percibido la dimensión del carburante ecocida que consume día a día al mundo?
¿Puede medirse el mundo moderno o postmoderno a través de las miles de crisis de misiles o por medio del protocolo de los tratados de comercio, o acaso no es postmoderno un engendro genético chernobilesco y que decir, de la propagación de los virus ancestrales que mutan en el tiempo?

Hipótesis sostendrán que la dinámica globalizante es absoluta, pero la negación de la dualidad del otro como otro, la necedad egoísta del mundo progresista, nos revela día a día que nada está resuelto, que las palabras son aire y que al dirección humana debe enfocarse en precisiones más humanistas, menos guerreistas penetrantes y entender el planeta como un todo conectado, no por el aumento de las tecnologías sino por la intensa experimentación individual en el arte.